miércoles, 26 de diciembre de 2012

La efeméride de mi hermano

En cada minuto, en cada paso, en cada fallo, he paladeado tu mano, tu corazón, tu palabra grande, fraterna y honesta, con ese amor bello que heredaste.

Muchas son las horas y varios ya los años a tu lado, aprendiendo a caminar, a mirar de cara al sol, arrumando nubes grises para forjar momentos felices.

A medida que los soles y las lunas se consumen, a Dios doy gracias, porque no mordiste el polvo a pesar de los desaires y sigues incolume como la esfinge, atento como el vigía, leal como el amigo y fuerte como el león.

Y es que agradezco sin cansancio porque tus palabras silenciosas, tus finos abrazos, tus sabios procederes han encallado en mi el coraje, el amor y la fe para apetecer una vida sin desdén!

lunes, 24 de diciembre de 2012

A ella, la Putiaron!

La palabra perdió su vestido, va como puta de boca en boca,
sin sentimiento ni verdad. Se pasea con lujuria de noche y de día
balbuceando algo que ya no está.

No es necesario un día de halloween, diariamente la disfrazan
para amar, para trabajar, para cosechar lo que antes se hacía
con honestidad.

Pobre, ya no tiene corazón, un oscuro velo si, uno que cambia
de color más no de intención. Un trapo que por más que se
lave seguirá siendo puerco, mal oliente y poco altruista.

Ya la palabra es un Frankenstein, de egos, codicia e importaculismo puro,
el refugio perfecto para los huérfanos de valor, para el lacayo de la ambición, para el egoista de profesión.

Lástima, la putiaron, la convirtieron en una bastarda, una prepago de lo más barata, en una triste harapienta... en la que aún, creo yo!