viernes, 30 de marzo de 2012

Adios Mey

Oh Dios... se fue!
Se fue la noche y con ella el alma suya.


Un tétrico silencio escucha mi clamor espantoso
y una fría verdad destruye mi esperanza.


En septiembre, en un sombrío septiembre cierras tus ojos y abres
mi corazón, dejas tu cuerpo, dejas tu ser, me dejas muriendo sin ti.


Con la tristeza a cuestas mis cortos años despiden tus caricias,
tus mimos, tu amor maternal. Mis cortos años saben que te han perdido
y aunque su llanto calmara sólo verías la tristeza que llevan dentro.


Adios Mey, adios para siempre,
porque de Dios eres y a Dios regresaste!



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