Eres tan inverosímil, tan secreta y escasa que a veces creo
que eres un espejismo o peor aún un onírico momento.
Te deslizas por espacios ajenos al barullo, tan tuyos, tan íntimos
y anónimos que lo que se pinta de ti rara vez concuerda.
Distante mirada cuelgas al firmamento, dejando a tu paso una estela
de poesía y verso, un sendero místico adornado de presunciones magistrales.
Ignorancia de ti tengo pero la puerta entreabierta agrada, por la esencia
que despuntas, por los horizontes que esbozas y las letras que trazas.
Sólo las nubes que pasen, los días que crezcan y las estrellas que crucen
darán al alba el color correcto de tu alma y dibujaran en lienzo puro
las tintas de tu ser!
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